John Mayall en el Palau
Publicado por vmj | Etiquetas: Giras-Conciertos | Posted On viernes, 28 de mayo de 2010 at 11:48
¡OOOOOOOOOHHHHHH! Aún me duelen las manos de aplaudir. Buenísimo. Espectacular. ¿Dónde firmo para estar como Mayall a los 77 años?
Situémonos... el concierto empezaba a las 21:00. Un cuarto de hora antes y al entrar en el Palau me sorprendí al ver a Mayall ahí mismo firmando autógrafos (a 5 € la foto ;-) )
Fui de los primeros en entrar... y en segunda fila. Lo primero es chafardear material (guitarras, amplis, pedales...). De una puerta lateral salió una cabeza melenuda... sonrisa y pulgares arriba... era Rocky Athas.
Algo que me extraña es que los organizadores pusiesen como telonero al Niño de la hipoteca. Teniendo en cuenta que la media de edad del público asistente era bastante alta y el tipo de música que venían a escuchar fue una elección algo extraña.
Comenzó a las 9 en punto y durante unos 40 minutos, y 10 minutos después apareció Mayall armado con una armónica para empezar el concierto. Después de interpretar un tema lásico de Sonny Boy Williamson dio paso a toda la banda, con la que interpretó temas clásicos como All My Love o Hideaway y temas actuales del último trabajo de Mayall Tough.
Cuando uno escucha antes de que salga a escena una voz que en inglés dice algo así como "Den la bienvenida a la leyenda del Blues..." se espera encontrar a una especie de Divo sobre el escenario, pero nada más lejos. Incluso se tomó con humor un leve problema al principio de la actuación con el volumen de su teclado.
Si tuviera que resumir el concierto en una palabra sería equilibrio. Equilibrio entre los músicos y los instrumentos. Nadie sonaba por encima de nadie, ni siquiera la voz o la armónica de Mayall. Durante los temas Mayall hacía una señal a alguno de sus músicos para que se lucieran en vibrantes solos con el bajo, los teclados o la guitarra (sobre esta última eché en falta algo más de protagonismo de Rocky Athas, pero eso ya es gusto personal).
Casi al final Mayall comenzó un tema mientras explicaba que cada noche que actúan les gusta hacer algo distinto, así que se marcó unas frases de armónica y de sonidos con la boca mientras los demás miembros descansaban y observaban todos los detalles del Palau. Pronto llamó a Davenport, que con el bajo le respondía a cada frase para acabar en un solo desbordante de energía. Canning no se libró de su momento de gloria, y al levantarse descubrí por qué parecía que iba a destrozar la batería...¡Es enorme!
Agradecimientos, despedida y un bis. 2 horas que pasaron rapidísimas y el recuerdo de un concierto que costará superar... por la música, por los asistentes y por el entorno.
Algo para reflexionar es la manera en que telonero y figura acabaron su actuación... diciendo que a la salida podríamos comprar sus CDs. Cuando ya salíamos de la platea alguien me dio un leve empujón mientras soltaba un "excuse me". Cuando me giré vi que era el propio Athas que llevaba una gran caja de CDs a la entrada del Palau, donde Mayall ya se había atrincherado tras una mesa para seguir vendiendo y firmando discos. Me dejó algo confuso.
Situémonos... el concierto empezaba a las 21:00. Un cuarto de hora antes y al entrar en el Palau me sorprendí al ver a Mayall ahí mismo firmando autógrafos (a 5 € la foto ;-) )
Fui de los primeros en entrar... y en segunda fila. Lo primero es chafardear material (guitarras, amplis, pedales...). De una puerta lateral salió una cabeza melenuda... sonrisa y pulgares arriba... era Rocky Athas.
Algo que me extraña es que los organizadores pusiesen como telonero al Niño de la hipoteca. Teniendo en cuenta que la media de edad del público asistente era bastante alta y el tipo de música que venían a escuchar fue una elección algo extraña.
Comenzó a las 9 en punto y durante unos 40 minutos, y 10 minutos después apareció Mayall armado con una armónica para empezar el concierto. Después de interpretar un tema lásico de Sonny Boy Williamson dio paso a toda la banda, con la que interpretó temas clásicos como All My Love o Hideaway y temas actuales del último trabajo de Mayall Tough.
Cuando uno escucha antes de que salga a escena una voz que en inglés dice algo así como "Den la bienvenida a la leyenda del Blues..." se espera encontrar a una especie de Divo sobre el escenario, pero nada más lejos. Incluso se tomó con humor un leve problema al principio de la actuación con el volumen de su teclado.
Si tuviera que resumir el concierto en una palabra sería equilibrio. Equilibrio entre los músicos y los instrumentos. Nadie sonaba por encima de nadie, ni siquiera la voz o la armónica de Mayall. Durante los temas Mayall hacía una señal a alguno de sus músicos para que se lucieran en vibrantes solos con el bajo, los teclados o la guitarra (sobre esta última eché en falta algo más de protagonismo de Rocky Athas, pero eso ya es gusto personal).
Casi al final Mayall comenzó un tema mientras explicaba que cada noche que actúan les gusta hacer algo distinto, así que se marcó unas frases de armónica y de sonidos con la boca mientras los demás miembros descansaban y observaban todos los detalles del Palau. Pronto llamó a Davenport, que con el bajo le respondía a cada frase para acabar en un solo desbordante de energía. Canning no se libró de su momento de gloria, y al levantarse descubrí por qué parecía que iba a destrozar la batería...¡Es enorme!
Agradecimientos, despedida y un bis. 2 horas que pasaron rapidísimas y el recuerdo de un concierto que costará superar... por la música, por los asistentes y por el entorno.
Algo para reflexionar es la manera en que telonero y figura acabaron su actuación... diciendo que a la salida podríamos comprar sus CDs. Cuando ya salíamos de la platea alguien me dio un leve empujón mientras soltaba un "excuse me". Cuando me giré vi que era el propio Athas que llevaba una gran caja de CDs a la entrada del Palau, donde Mayall ya se había atrincherado tras una mesa para seguir vendiendo y firmando discos. Me dejó algo confuso.
Gran concierto!
Lo que más, el sonido, sin duda.
Me trae tantos y tantos recuerdos cada vez que escucho All my love...
La explicación de que la banda telonera estuviera en el festival de guitarras es básicamente por el guitarrista que tienen, Miguel Pino, que es un guitarra de mucho nombre en Barcelona, y sin duda quedó claro porque tiene nombre... A mi también me extrañó esa combinación de estilos pero para nada me desagradó, sonó muy bien la banda telonera, porque normalmente con los teloneros acabas pidiendo la hora y no fue el caso.
Sí que me sorprendió tambien ese afan de vender discos, pero luego pensé, que coño, claro que sí. Tantas tonterias con las estrellas del rock, tanta limusina arriba y abajo, me pareció cojonudo ver a John Mayall ganandose su pan acercandose al público, y porque no decirlo, trabajando. No creo que sea por necesidad, aunque el sector de la música está muy mal, pero fue cojonudo poderme llevar un disco firmado y una foto con él. Ole!
Aunque El Niño... no es de mi estilo, tampoco me desagradó (la música en directo se vive de otra forma), pero conociendo algunos grupos que cada semana actuan en la ciudad y han ganado algunos premios... bueno va, lo diré, me hubiese encantado que premiasen a los amiguetes de A Contra Blues con una actuación en el Palau...
Lo del tema de vender él mismo los discos me parece genial, da una proximidad que pocas veces se ve en gente de esta talla.
Seguro que como a mí te costará olvidar el concierto...